miércoles, 20 de abril de 2011

Lo que me sucede en las esquinas.

Cuando me despido de alguien me gusta observar cómo se aleja. En parte debe ser porque las despedidas siempre me dejan un leve vacío, una falta; porque no da lo mismo estar que no estar, o dejar de estar. Vivo cada despedida, cada abrazo de adiós, como un brevísimo y hondo abandono mutuo, como la ruptura insalvable de algo compartido que ahora es negado.
Cuando veo a alguien alejarse de mi, pienso que tal vez sienta lo mismo, y siento. Pero tal vez no lo sienta. Y si no lo siente, ¡qué alegremente tonto habré de sentirme al descubrirlo, observando un momento más, un segundo más! Y me volveré, emprendiendo la marcha nuevamente, con una ridícula sonrisa en los labios.

sábado, 16 de abril de 2011

Random - Parte II

¿Quien nos habla desde las sombras? ¿Que son esos susurros que oímos cuando nos adormecemos? De chico, cuando todo esto no era más que chatarra pura, cuando los sentimientos estaban, entonces, mucho más revolucionados e inquietos, yo escuchaba. Eran voces no muy clasificables, coloridas pero insaciables. Necesitaban desesperadamente transmitirme algo, pero un niño solo puede asustarse si no se lo trata con delicadeza, y mas en estos tiempos de terror y malversación de la vida. Gritaban en susurros, parecían contenidas a la fuerza de querer explotar, estaban encerradas. ¿Que podía yo hacer, mas que escuchar y recordar sus intentos de palabras? Muchas noches sufrí su desconcierto, y el mío, pero ahora yo entiendo un poco mas sus intenciones.
(Los Centinelas sufren, pero deciden esperar, en vez de romperse en mil pedazos contra el humo espeso de la desesperación. Es que se dice que guardan algo; algo muy importante, algo definitivo que cambiaria radicalmente el destino de la Galaxia. Pero eso nadie lo sabe a ciencia cierta. Hay un secreto sobre estos guardianes de piedra de carne que no ha sido muy divulgado, tal vez por el hecho de que ellos necesitan esa confidencialidad, que espero no estar robándoles. Si bien ellos no pueden moverse en el sentido físico, pueden hacerlo de otra forma más cercana a la magia tal vez, o a la ruptura de la privacidad. Ellos piensan, eso lo sabemos, pero no se limitan a una mente única en la que hacerlo. Ellos viajan a través de mentes ajenas y se comunican con sus portadores, si estos poseen la sabiduría suficiente para entender su mensaje.
Entonces, por conclusión directa, el canal mas factible en la comunicación con estos seres mitológicos seria el pensamiento en su estado puro y carente de forma, sin ser llevado el lenguaje, donde se deforma y se quiebra en cantidades infinitas de interpretaciones veraces y erróneas a la vez. Pero nadie hoy vivo puede corroborar este supuesto. Nadie ha podido contactarse con ellos. Muchos han querido, pero la vida va perdiendo fuerza con los años, y los años que vendrán serán yermos, si nadie hace nada por revertirlo).

miércoles, 13 de abril de 2011

Él hace mucho que no escribe. No tiene tiempo, dice. Pero lo cierto es que a veces sí tiene tiempo, aunque no lo usa para escribir, sino para hacer otras cosas que no hace porque no tiene tiempo. Y sin embargo, él dice que escribe. Tal vez lo dice porque le gusta escribir, porque considera que lo hace bien, porque se siente bien haciéndolo, porque solía hacerlo y no se resigna a admitir que ha dejado de hacerlo. Y lo bien que hace. Porque entonces, tiene la posibilidad de hacerlo, otra vez. O de seguir haciéndolo. O de empezar de nuevo, como si nunca lo hubiera hecho. Es una posibilidad con muchas variantes, pero todas consisten en lo mismo: en que él escriba. Y él quiere escribir, aunque no lo haga aún teniendo tiempo para hacerlo. Y entonces resulta difícil explicar por qué no lo hace, pero bueno, si pudiéramos explicarlo todo, él no tendría nada sobre qué escribir.

sábado, 9 de abril de 2011

Voto por que vuelva el relleno a las galletitas.

sábado, 2 de abril de 2011

Colaboración ajena

... Y en verdad uno es eso... Un poco de cada lugar, de cada momento, de cada ser con quien comparte algo. Todo se combina de una forma única, sabrosísima. Y sale lo que sale. ¡Qué difícil de explicar! Habrá que probarlo...