sábado, 16 de abril de 2011

Random - Parte II

¿Quien nos habla desde las sombras? ¿Que son esos susurros que oímos cuando nos adormecemos? De chico, cuando todo esto no era más que chatarra pura, cuando los sentimientos estaban, entonces, mucho más revolucionados e inquietos, yo escuchaba. Eran voces no muy clasificables, coloridas pero insaciables. Necesitaban desesperadamente transmitirme algo, pero un niño solo puede asustarse si no se lo trata con delicadeza, y mas en estos tiempos de terror y malversación de la vida. Gritaban en susurros, parecían contenidas a la fuerza de querer explotar, estaban encerradas. ¿Que podía yo hacer, mas que escuchar y recordar sus intentos de palabras? Muchas noches sufrí su desconcierto, y el mío, pero ahora yo entiendo un poco mas sus intenciones.
(Los Centinelas sufren, pero deciden esperar, en vez de romperse en mil pedazos contra el humo espeso de la desesperación. Es que se dice que guardan algo; algo muy importante, algo definitivo que cambiaria radicalmente el destino de la Galaxia. Pero eso nadie lo sabe a ciencia cierta. Hay un secreto sobre estos guardianes de piedra de carne que no ha sido muy divulgado, tal vez por el hecho de que ellos necesitan esa confidencialidad, que espero no estar robándoles. Si bien ellos no pueden moverse en el sentido físico, pueden hacerlo de otra forma más cercana a la magia tal vez, o a la ruptura de la privacidad. Ellos piensan, eso lo sabemos, pero no se limitan a una mente única en la que hacerlo. Ellos viajan a través de mentes ajenas y se comunican con sus portadores, si estos poseen la sabiduría suficiente para entender su mensaje.
Entonces, por conclusión directa, el canal mas factible en la comunicación con estos seres mitológicos seria el pensamiento en su estado puro y carente de forma, sin ser llevado el lenguaje, donde se deforma y se quiebra en cantidades infinitas de interpretaciones veraces y erróneas a la vez. Pero nadie hoy vivo puede corroborar este supuesto. Nadie ha podido contactarse con ellos. Muchos han querido, pero la vida va perdiendo fuerza con los años, y los años que vendrán serán yermos, si nadie hace nada por revertirlo).

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